miércoles, 10 de agosto de 2011

PLEGARIA A UN AMIGO INVISIBLE.

Plegaria a un amigo invisible


Mi amigo especial, te doy las gracias por escucharme.
Tú sabes lo mucho que me estoy esforzando por cumplir con la fe que Tú has depositado en mí.  También te doy gracias por el lugar en donde habito.
 Nunca permitas que ni el trabajo ni el juego, no importe lo satisfactorios o lo gloriosos quesean, alguna vez lleguen a separarme, durante mucho tiempo, del amor que mantiene unida a mi valiosa familia.
Proporcióname algunos amigos que me comprendan y que a pesar de todo sigan siendo mis amigos. Concédeme un corazón que sepa perdonar y una mente que no tenga miedo de viajar, aun cuando la senda no esté marcada. Concédeme un poco de sentido del humor y unos cuantos ratos de ocio en los que no tenga nada que hacer.
Ayúdame a esforzarme para alcanzar la suprema recompensa legítima del mérito, la ambición y la oportunidad y, sin embargo, nunca permitas que me olvide de tenderles una compasiva mano de ayuda a todos aquellos que necesitan aliento y ayuda.
Concédeme la fortaleza necesaria par enfrentarme a lo que venga, para que pueda ser valeroso frente al peligro, constante en la tribulación, templado en la cólera, y que siempre esté preparado para cualquier cambio de fortuna. Permíteme mostrar una sonrisa en vez de un entrecejo fruncido, pronunciar una palabra amable a aliento en vez de frases duras y amargas. Concédeme que sea compasivo con el dolor de los demás, comprendiendo que hay desdichas ocultas en todas las vidas, sin importar lo elevadas que sean.
Consérvame siempre sereno en todas y cada una de las actividades de la vida, ni indebidamente jactancioso ni entregado al pecado más grande del menosprecio hacia mí mismo. En el dolor, que mi alma se eleve con el pensamiento de que si no hubiese sombras, tampoco habría rayos de sol. En el fracaso, consérvame la fe.
En el éxito, haz que siga siendo humilde. Haz que sea juicioso para desempeñar mi cuota completa de trabajo, y todavía más, tan bien como pueda hacerlo y una vez que haya terminado, detenerme, págame el salario que sea Tu voluntad y permíteme decir, desde el fondo de un corazón amante… un agradecido Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario